miércoles, 21 de octubre de 2009

Luna de Fuego – Guadalupe Rosa

El paso del tiempo, en los cuentos, es como el “tempo” en la música, y marca la velocidad con que ocurren las cosas. Depende muchísimo de saber marcar esa velocidad el éxito de la estrategia discursiva. Es decir un cuento que usa el recurso “años más tarde…” es ya un cuento que rompe con una regla y obliga al lector a imaginar una velocidad diferente a aquella en la que naturalmente creía. El cuento depende de esa verosimilitud, por eso el recurso de las campanadas que dura todo el cuento es muy bueno, y definitivamente le da una dimensión doble. Duplica su sentido, porque nos obliga a pensar en aquello que “está pasando” mientras el personaje nos arrastra hacia otro tiempo.
La historia, el argumento, es débil, y por eso el cuento se apoca al final, se pierde en una imagen, o en una idea. Pero si encontraras la máscara adecuada, es un lindo cuento.

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