miércoles, 23 de septiembre de 2009

No Somos nada – Valeria Varela

El cuento está dividido en dos partes. Tan simple es eso como que elegiste además separarlo… como si fueran dos estrofas de una misma canción.
La primera parte es muy buena, porque al mismo tiempo que el diálogo construye el argumento, hay una tensión que urde la trama. Todas las preguntas se las hacemos al cuento en esa primera parte: ¿Quién es la hija de Juan? ¿Qué hizo? ¿porqué la buscan? ¿Qué vestido tiene? ¿Quién la acompaña.
La segunda parte, en cambio, todas esas expectativas puestas en el comienzo, no se remiten ni se resuelven: se abandonan; como si la segunda parte respondiera a una diapositiva diferente, como si el punto de vista obligara a un cambio que el lector no comprende.
Ellas, las narradoras, son nuestros ojos, y queremos que miren, que busquen que chismoseen, que revuelvan. Si se miran a sí mismas, como un perro que se muerde la cola, nos termina aburriendo.

1 comentario:

  1. Podría intentar que esa segunda parte no esté tan desconectada no? ..porque la idea estaba solo que tomé otro camino.

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